Ex comisario prófugo fue detenido cuando volvió al país a conocer a su nieto

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Un ex comisario de la policía bonaerense prófugo desde 2014 por el homicidio de un joven que fue ejecutado de un balazo en el cuello al intentar robar una camiseta de fútbol de un local del partido de Lanús, fue detenido en la localidad de Rafael Calzada cuando regresó al país desde Paraguay para conocer a su nieto recién nacido, informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Se trata de Héctor Alejandro Amarilla (57), quien figuraba en la lista de personas más buscadas de esa cartera, que llegó a ofrecer una recompensa de 500.000 pesos para quien aportara datos que posibilitaran su arresto.

El ex jefe policial, que para la época del hecho se desempeñaba como titular de la seccional segunda de Lanús, estaba prófugo desde el 25 de septiembre del 2014 y pesaba sobre él un pedido de captura nacional e internacional dispuesta por el Juzgado de Garantías Nº 5 del departamento Judicial de Lomas de Zamora, por homicidio calificado por su condición de funcionario policial.

El crimen que se le imputa es el de Nicolás Vázquez (18), cometido el 25 de septiembre de 2013, aunque su captura fue ordenada un año después a pedido del fiscal 8 de Lomas de Zamora, Nicolás Kazewski, quien se hizo cargo de la causa.

El ex policía fue atrapado el domingo último en un domicilio situado en la calle San Martín al 4500, de la localidad del Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, al que llegaron efectivos del Comando Unificado de Fuerzas de Recaptura de Evadidos (Cufre) de Gendarmería Nacional, abocados al Programa Buscar, impulsado por la cartera de Seguridad.

El arresto se llevó a cabo durante un allanamiento de urgencia realizado por los pesquisas tras tomar conocimiento de que Amarilla estaba en ese domicilio.

Los investigadores sabían que el ex comisario había huido a Paraguay, aunque tomaron conocimiento de que una de sus hijas tuvo un hijo y existía la posibilidad que el viniera al país a conocerlo.

Por tal motivo, se montó una vigilancia en un domicilio, en el que finalmente los gendarmes irrumpieron cuando vieron a la mujer y la hija de Amarilla arribar al lugar.

El ex comisario quedó ahora a disposición del fiscal Kazewski para ser indagado en las próximas horas.

El hecho que se le imputa ocurrió el 25 de septiembre de 2013 en 9 de Julio y Oncativo, de Lanús, cuando Vázquez (18) quiso robar una camiseta de fútbol de un local y, de acuerdo a la pesquisa, Amarilla -que estaba trabajando allí como empleado de seguridad- lo corrió y lo mató de un tiro en el cuello.

El policía terminó con un balazo en una pierna y dijo en esa oportunidad que Vázquez le había disparado.

Según se determinó en la investigación, el joven se había probado varias camisetas y se retiró del local con una de ellas puesta, sin pagar.

Sin embargo, los familiares de la víctima aseguraron que el policía lo persiguió y a 150 metros del lugar lo ejecutó de un disparo en el cuello, pese a que el adolescente no estaba armado.

Si bien en un principio un primer fiscal que tuvo a su cargo la investigación creyó la versión del comisario, con la incorporación de distintos peritajes balísticos y el cambio del fiscal (Kazewski se hizo cargo del expediente un año después del hecho), el jefe policial pasó de ser víctima a acusado.

Los investigadores determinaron que Amarilla se había efectuado el disparo en una pierna con un arma con la numeración limada para fingir un supuesto tiroteo con el asaltante y hacer creer que se trató de un homicidio en legítima defensa.

Para avalar sus dichos, entregó su arma reglamentaria y la otra de procedencia ilegal, que intentó hacer pasar como perteneciente a Vázquez.

No obstante, con el correr de la pesquisa los investigadores judiciales obtuvieron más evidencias que comprometieron al policía, que fue exonerado de la fuerza y acusado de asesinato.