Dos delincuentes fueron atrapados en plena peatonal Lavalle cuando se preparaban para asaltar una financiera de Microcentro. Uno era paraguayo y tenía prohibida la entrada al país por sus antecedentes. Lo llamativo fue que tenía pegamento de contacto en sus dedos para no ser identificado por sus huellas digitales.
Los ladrones no eran improvisados. Cada uno llevaba un arma y vestían como oficinistas. Uno de ellos usaba una peluca. Además llevaban un cronómetro, algo que solo usan los delincuentes experimentados.
El uso del cronómetro tiene dos funciones. En primer lugar, controlar el tiempo de respuesta de la policía denunciando al 911 falsos robos en la zona minutos antes de dar el golpe. Luego, con esa información, ya pueden calcular cuánto tiempo tienen para entrar, robar y escapar, cronometrando cada movimiento en plena acción.
Pero esta vez el plan falló. Un policía que los vio sospechosos pidió refuerzos y los detuvo antes de entrar a la financiera. En su poder tenían una pistola calibre 45 y una pistola 9 milímetros con la numeración limada que pertenecía a la Policía Federal. Las dos estaban cargadas.
Además tenían precintos y sogas para maniatar a sus víctimas. También tenían un handy, utilizado para comunicarse con algún cómplice o para intentar captar las frecuencias policiales.
El delincuente que usaba peluca era de nacionalidad paraguaya y tenía un impedimento de migraciones para ingresar al país por sus antecedentes. Además tenía pegamento de contacto en todos sus dedos para no ser identificado por sus huellas digitales.
