Mataron a hachazos y mazazos a una pareja y sus dos hijitos, y pasarán 35 años en la cárcel

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La Suprema Corte bonaerense confirmó las condenas a prisión perpetua para tres hombres y una mujer por el homicidio de un matrimonio y sus dos hijos, cuyos cadáveres fueron hallados en 2008 al costado de la autopista Rosario-Buenos Aires a la altura de Campana tras varios días desaparecidos, informaron fuentes judiciales.

En su momento, el caso había tenido gran impacto porque uno de los condenados, Ángel Antonio Fernández, cumplía prisión domiciliaria por otro crimen y había violado el sistema de la pulsera electrónica.

Fuentes judiciales informaron que el máximo tribunal de la provincia de Buenos Aires confirmó las condenas para ese hombre y para su hijo, Cristian David Fernández; la esposa del primero, Stella Maris Cáceres, y para Daniel Darío “Sordo” Vera, por el asesinato de la familia compuesta por Marcelo Mansilla (41), Sandra Rabago (37), Agustín (12) y Milagros (8).

El fallo de la Suprema Corte coincidió con el del Tribunal Oral en lo Criminal de Zárate-Campana que en septiembre de 2011 había establecido que los tres hombres fueron responsables de cuatro “homicidios calificados por el concurso premeditado de dos o más personas con alevosía”, luego de privar de la libertad a sus víctimas y robarles.

En tanto, la mujer también fue hallada responsable de los cuatro homicidios aunque en su caso no se acreditó culpa en la “privación ilegal de la libertad”.

Además, la Justicia ratificó la inocencia de un hermano de la mujer llamado Osvaldo Cáceres, quien había sido defendido por el abogado Hugo López Carribero.

“Finalmente quedó definitivamente libre de culpa tras este fallo y se confirmaron todas las condenas”, dijo el letrado, quien agregó que podrán pedir la libertad condicional a los 35 años de haber cumplido la pena.

La familia Mansilla fue vista con vida por última vez el 24 de julio de 2008, tras sufrir un robo en su casa de José C. Paz.

Cinco días después, la pareja apareció asesinada al costado de la Panamericana, en el kilómetro 60 del ramal Campana, a la altura de Altos Los Cardales.

El Volkswagen Polo robado a los Mansilla fue hallado incendiado un día después en Los Polvorines y luego los investigadores allanaron una casa en el barrio Frino, donde testigos habían visto el vehículo el mismo día que la familia desapareció.

Allí apresaron a Ángel Fernández, el cual tenía prisión domiciliaria por un homicidio y estaba monitoreado con una tobillera electrónica que aparentemente no funcionaba.

Al detenerlo, los efectivos también hallaron elementos robados a los Mansilla.

Al día siguiente, Cristian Fernández reveló que los niños estaban muertos y aportó datos a la Policía para que hallara sus cuerpos el 2 de agosto, también al costado de la Panamericana, pero a la altura del kilómetro 66.

La autopsia realizada por los peritos del Cuerpo Médico Forense había determinado que los cuatro integrantes de la familia fueron asesinados de varios golpes en la cabeza, con un elementos contundente, posiblemente un hacha.

Además se determinó que a los chicos los narcotizaron antes de asesinarlos a mazazos; siete golpes le dieron a él, dos a ella.

Luego, los pesquisas determinaron que el “Sordo” Vera habría participado junto a los Fernández del robo y saqueo de la casa de los Mansilla, ya que fue visto por un testigo descargando electrodomésticos del auto robado.

Los investigadores trabajaron en su momento en la hipótesis de que los imputados conocían a las víctimas y orientaron la pesquisa a una posible venganza ante una posible denuncia contra ellos.