La Justicia investiga la muerte de un joven de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado con signos de golpes en una plaza del barrio porteño de Palermo, a pocas cuadras del lugar en el que vivía con su familia.

El cuerpo de Joaquín Martínez fue encontrado alrededor de las 20:00 del jueves últiomo en la plaza Unidad Latinoamericana, situada en Medrano y Costa Rica, de esa zona del norte de la Ciudad.

Media hora antes, el muchacho había salido de su domicilio, a unas seis cuadra del lugar, para cursar un profesorado.

Pero la tragedia había comenzado días antes, el martes, cuando desapareción la hija de la familia, Sara.

“Fue todo parte de una chiquilinada que habían hecho Sara y Joaquín en casa. Antes de que ella fuera al colegio, el hermano le propuso que empiecen a tomar alcohol entre los dos. Joaquín nunca sale, no toma ni fuma, pero estaba con su hermana y quiso hacer eso”, relató Sonia al canal C5N.

“Después de eso, Sara fue al colegio. Cuando llegó, la maestra vio su estado y le dijo que no podía quedarse en clase. Pero lo peor es que no nos llamaron a nosotros y la dejaron a la deriva en la calle”, agregó.

La familia inició la búsqueda en redes sociales y denunciando a la policía. Sara apareció en la puerta de su casa a las 2 de la mañana tras quedarse dormida en la puerta de una casa.

Esa misma noche Joaquín fue encontrado por la policía desvanecido y con una intoxicación alcohólica en la puerta de un supermercado en la avenida Santa Fe.

“En la noche del miércoles, Joaquín había escrito con aerosol una de las puertas de su placard. Escribió en inglés: ‘Este soy yo, quiero volver a casa’. Creo que tenía algo de culpa por lo que había sucedido con su hermana”, explicó Sonia.

Y siguió: “El jueves a la tarde, Joaquín salió para su curso de estudio. Después de unos minutos, y por lo que había escrito en el placard, yo no estaba tranquila. Por eso me fui a la plaza de Medrano y Costa Rica, pasé por ahí a las siete de la tarde y no pasó nada. Poco después de las 21, mi marido me llamó para que fuera corriendo para allá”.

Joaquín Martínez había muerto bajo un árbol, en una plaza en pleno Palermo.

El cuerpo del joven estaba en el piso, junto a los restos de un vómito y una botella de Gatorade.

“Mi hijo sufrió un golpe en la cabeza, pero no sabemos si alguien se lo provocó o con qué se lo hizo. Por eso pedimos a toda la gente que lo pudo haber visto que nos contacte y nos diga lo que sabe”, rogó Sonia.

Según los análisis preliminares de la autopsia, el joven de 21 años murió por una congestión con edema pulmonar y un edema cerebral.

La causa quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo criminal y correccional Número 62, a cargo del Dr. Ariel Yapur.