Nahir jugó con su pelo y le gritó mentirosa a la madre de la víctima

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Nahir Galarza, la joven acusada de asesinar de dos tiros a su ex novio Fernando Pastorizzo en diciembre último en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, se negó ayer a declarar en la primera jornada del juicio por el caso y luego le gritó “¡qué mentirosa!” a la madre de la víctima, cuando ésta afirmó en su testimonial que la imputada “gritaba y golpeaba” a su hijo. Antes y después jugó con su pelo suelto y se rió un par de veces.

Vestida con pantalón negro, saco del mismo color y una camisa blanca, la acusada arribó minutos antes de las 8 a los tribunales, en un patrullero de la Policía local que la trasladó desde la comisaría del Menor y la Mujer donde está presa.

Galarza (19) ingresó en la sede judicial esposada, custodiada por dos efectivos y sin hacer declaraciones a la prensa; mientras que en la puerta de los tribunales un grupo de amigos de la familia de la víctima llevó pancartas y carteles con la leyenda “Justicia por Fernando”.

Adrián, un amigo del padre de Pastorizzo (20), dijo a la prensa que para él Galarza cometió un crimen “a sangre fría y calculado porque ella pensaba que si no era de ella no era de nadie”.

Está previsto que el juicio dure hasta el 28 de junio y Nahir podría recibir la máxima pena

“Acá hay dos familias destruidas”, afirmó el hombre y respecto a la versión de que fue un hecho accidental que intentará instalar la defensa dijo: “¿Accidental? ¿Te parece, un disparo por atrás y otro a quemarropa?”

La audiencia comenzó con la lectura de los alegatos de apertura de las partes, tras lo cual, Nahir se negó a declarar. Por ello, el tribunal integrado por los jueces Mauricio Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian resolvió incorporar al debate las dos declaraciones indagatorias que la imputada realizó durante la instrucción de la causa ante el fiscal Sergio Rondoni Caffa.

En la primera la joven se autoincriminó mientras que en la segunda aseguró que los disparos que mataron a Pastorizzo fueron accidentales. “Fue un accidente, no supe qué hacer, me pudieron los nervios. Nunca mi vida se me cruzó en la cabeza que podía matar a una persona, ni siquiera por todo el maltrato que me hizo”, declaró la joven al ampliar su indagatoria el 16 de enero. En esa oportunidad, Galarza intentó explicar que en la primera declaración como imputada había mentido porque temió que culpen a su padre policía, que era el responsable de la pistola 9 milímetros reglamentaria que se convirtió en el arma homicida.

Silvia Mantegazza, la madre de Pastorizzo, fue la primera testigo en declarar y aportó detalles sobre la relación entre su hijo y la acusada. Relató al tribunal que una vecina le contó que “en más de una oportunidad” escuchó que Nahir “le gritaba y le pegaba a Fernando”, ante lo cual, la acusada le gritó desde su asiento “¡qué mentirosa!”, ante la sorpresa de todos los presentes en la habitación de unos 30 metros cuadrados en la que se lleva a cabo el debate.

Tras la interrupción, Mantegazza declaró que fue la misma vecina quien le alcanzó un teléfono inalámbrico que habrían arrojado en el frente de su casa en medio de estos episodios de violencia verbal y física de los que, según la mujer, Fernando era víctima.

Galarza llegó al debate procesada con prisión preventiva por “homicidio doblemente calificado” por la “relación de pareja” con Pastorizzo y el “uso de arma de fuego”, por el que podría ser condenada a perpetua.