La Justicia investiga la muerte de un vigilador privado que apareció muerto en la casa de un amigo en el barrio porteño de San Cristóbal después de tomar algunos tragos en una fiesta con mujeres que aparentemente huyeron con objetos.

El hecho ocurrió el sábado a la madrugada y fue descubierto en horas de la mañana en el departamento 7mo. “S” de un edificio ubicado sobre la calle La Rioja 1110, en San Cristóbal, por dos mujeres peruanas una de 28 y otra de 21, una de ellas pareja de uno de los involucrados.

Allí fue encontrado por sus familiares el dueño de casa, identificado como Enrique Estrada (41), en estado de somnolencia en una cama y en la otra apareció muerto un hombre identificado como Cristian Ramiro Samaja (29), quien trabajaba como vigilador privado.

Según lo poco que pudo contar Estrada y lo que pudo reconstruir la Policía a partir de otros testimonios, luego de ir a un boliche, el dueño de casa y Samaja concurrieron al departamento de la calle La Rioja con dos mujeres y allí se pusieron a ingerir un cóctel de bebidas alcohólicas que prepararon en una “jarra loca”, tras lo cual se despertó con todo el departamento revuelto y notó algunos faltantes.

Como Estrada era el único testigo presente en un departamento con un muerto, efectivos de la comisaría 20, con jurisdicción en la zona, hicieron la consulta judicial y lo demoraron por decisión del fiscal de instrucción Carlos Donoso Castex y la jueza en lo Criminal y Correccional 47, Mónica Berdión de Crudo.

Rosa, una vecina del mismo edificio que actuó como testigos del procedimiento, contó hoy al canal C5N que “el departamento estaba todo revuelto” y que el dueño del lugar entró “en estado de shock y se lo notaba muy mal”.

La mujer, que observó como testigo todo el trabajo de los peritos, reveló que “llamó mucho la atención una jarra con un líquido que Criminalística se llevó para ver de qué se trataba” y agregó que “la médica forense no vio ningún rastro de violencia en la víctima”.

Fuentes judiciales revelaron hoy a Télam que de acuerdo al primer adelanto realizado por los expertos del Cuerpo Médico Forense, en la autopsia realizada sobre el cadáver de Samaja no surgió ningún indicador que se haya tratado de una muerte violenta, por lo que se esperan los exámenes toxicológicos y complementarios.

La sospecha de los investigadores es que las mujeres que ahora están prófugas a la “jarra loca” de bebidas alcohólicas le hayan agregado algún tipo de sedante o droga que le haya causado la muerte a Samaja, quien había decidido salir el sábado a la madrugada para festejar su cumpleaños que iba a ser el domingo, pero a él le tocaba trabajar.

Si bien en un principio fue demorado como sospechoso por ser el dueño de la casa donde había un muerto, la jueza Berdión de Crudo liberó a Estrada en las últimas horas, quien se transformó en un testigo clave para intentar identificar a las mujeres que estuvieron en su casa.

Estrada denunció que entre los faltantes que había notado en su vivienda había computadoras y teléfonos celulares.

Además, fuentes policiales aseguraron que al momento de llegar, los efectivos hallaron una mochila cargada con latas de conservas y comestibles que, posiblemente, había sido preparada por las mujeres para robar pero que la dejaron abandonada.