Un confuso incidente en la localidad bonaerense de Lanús, en el cual los vecinos denunciaron represión policial en un comedor popular, mientras que el municipio explicó que se trató de una persecución en la cual el delincuente se refugió en el comedor, derivó anoche y entrada la madrugada en episodios de violencia frente a la comisaría quinta de ese distrito.
En esa sede policial, ubicada en Villa Caraza, se organizó una concentración de vecinos y referentes de movimientos sociales donde se registraron fogatas y un patrullero fue destrozado.
Según la versión del denominado Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), un grupo policial protagonizó una represión en el comedor “Cartoneritos”
“Hubo una irrupción absolutamente incomprensible e ilegal en el comedor. Secuestraron a cuatro personas, dos de ellas menores, que no nos dicen dónde están. Fue la policía local”, aseguró anoche Juan Grabois, dirigente del MTE y la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).
Agregó que la represión policial incluyó golpes con bastones de goma, perdigones de balas de plomo y gas pimienta, con lo cual varios chicos que concurren al comedor resultaron intoxicados.
El secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, dio por su parte su versión de lo ocurrido, negando que haya habido represión policial: “No fue un caso de represión policial a un comedor. Lo que ocurrió fue una persecución policial a una persona con pedido de captura, y esta persona se refugió en este comedor”.
Asimismo, agregó que se trató de un operativo desarrollado en forma conjunta por las policías de Lomas de Zamora y Lanús, ayudados por efectivos de la Bonaerense.
Según Kravetz, el sospechoso que era buscado finalmente terminó escapando, y todo el operativo finalizó con dos detenciones por agresión al personal de la policía y bajo la carátula de resistencia a la autoridad.
