Condenaron a un ex dueño del boliche Ku de Pinamar por la muerte de una joven

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Un empresario de la noche que había sido condenado por haber suministrado la cocaína con la que en 2006 una joven murió de sobredosis durante una fiesta de sexo y drogas en su departamento del barrio porteño de Belgrano, quedó detenido hoy luego de que el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 porteño le fija una pena de seis años de prisión, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Eduardo Daniel “El Oso” Nadotti (54), un ex DJ vinculado y asociado en su momento al boliche Ku de Pinamar, quien este mediodía salió esposado de una sala de los Tribunales de Comodoro Py y comenzó así a cumplir su condena en el marco de la causa por la muerte de Carolina Demczuk (28), quien apareció muerta en el cuarto para las bolsas de residuos del edificio del imputado.

Nadotti deberá cumplir los seis años de condena por el delito de “facilitación de estupefacientes” y del “lugar para que se lleve a cabo tal conducta”, contemplados en la Ley de Drogas 23.737.

La nueva condena fue impuesta por el TOF 6, luego de que en diciembre pasado la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal ordenara, gracias a una apelación de la fiscal general Gabriela Baigún, que se le fije a Nadotti una pena más elevada que los cuatro años de prisión que el TOF 4 le había impuesto originalmente en el juicio.

Baigún había apelado ese fallo disconforme con la pena, al argumentar que los jueces no habían merituado los agravantes que ella había mencionado en su alegado, entre ellos el “desprecio por la vida”.

Con el voto de los jueces Alejandro Slokar y Pedro David, la Cámara Federal de Casación Penal le dio la razón a la fiscal Baigún, ordenó la nulidad de la pena impuesta por el TOF 4 y que un nuevo tribunal -salió sorteado el TOF 6-, le fije una condena más acorde a los ocho años de prisión que en su momento había solicitado la fiscal en su alegato.

En el fallo, los jueces María del Carmen Roqueta, Julio Luis Panelo y José Valentín Martínez Sobrino coincidieron por unanimidad en fijar para “El Oso” Nadotti una pena en seis años de prisión, pero la detención fue ordenada en una votación dividida con la mayoría de los dos primeros magistrados y la disidencia del tercero.

En los fundamentos -a los que accedió Télam-, la jueza Roqueta valoró como agravante “el prolongado lapso durante el cual se llevaron a cabo las conductas, aproximadamente más de siete horas, (…) la pluralidad de víctimas y el fallecimiento de una de ellas”.

Además, coincidiendo con la fiscal Baigún, el TOF 6 afirmó que “no puede soslayarse” el agravante del “desprecio por la vida humana demostrado en el accionar del encausado, al proporcionar desde una situación de poder en relación a las víctimas, una gran cantidad de estupefacientes a personas que justamente sabía adictas”.

“Dichos extremos fueron los que colocaron a las jóvenes en una situación de vulnerabilidad que fue aprovechada por el imputado a través del intercambio de sexo”, agrega el fallo.

Otro de los agravantes mencionados fue el intento de Nadotti “de evadir su responsabilidad respecto de lo sucedido, ello dado que una vez hallada Demczuk inconsciente en su baño, la sacó de la bañera, ordenó que se la vistiera, para luego dejarla junto a la restante joven involucrada en el evento, en el pasillo de servicios del edificio, libradas a su suerte y sin brindar ningún tipo de asistencia”.

Demczuk fue hallada muerta el 23 de diciembre de 2006 en el edificio de la calle Húsares 2255, de Belgrano, donde vivía Nadotti.

La chica llegó a las 5 de la madrugada y estuvo al menos siete horas consumiendo grandes cantidades de cocaína junto a Nadotti y a una amiga, la testigo F. C. P., que arribó un par de horas más tarde.

F. C. P. contó en el juicio que los tres consumieron “una cantidad considerable” de cocaína y que habrán tomado “diez líneas cada uno”.

La testigo relató que estuvieron en ropa interior realizando una serie de juegos sexuales durante un lapso de una o dos horas hasta que ella advirtió que Carolina tardaba en el baño.

La chica encontró a Carolina inconsciente y sumergida en la bañera y fue ella quien llamó al SAME para pedir una ambulancia.

Cuando los médicos arribaron al lugar, Carolina ya estaba muerta, pero no estaba en la bañera, ni en el baño, sino que ya había sido vestida y colocada en el palier del edificio, fuera del departamento 2° “3”, lo que se interpretó como una maniobra de Nadotti para ocultar que la chica había estado consumiendo droga en su casa.

La fiscal Baigún también logró en el juicio que el TOF 4 ordenara que se extraigan testimonios para investigar un posible “encubrimiento policial” y a Nadotti por “proxenitismo y explotación de la prostitución”.