Billiris se negó a declarar en la causa por tenencia de drogas

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El anestesista Gerardo Billiris, acusado de atacar a golpes a la joven Belén Torres, se negó hoy a declarar pero volvió a insistir en que es “inocente” ante el juez federal Sebastián Ramos, quien lo citó a indagatoria en la causa que lo investiga por tenencia de estupefacientes.

Billiris, que continuará detenido por orden del magistrado, fue indagado por presunto suministro de drogas a una modelo en agosto de 2012 en su departamento del Barrio Norte porteño, quien lo denunció también por “abuso” tras conocerse el ataque perpetrado contra Torres. Una serie de allanamientos fueron realizados el miércoles, en forma simultánea, en el departamento del anestesista y en el del actor acusado por la modelo como su cómplice, Juan Martín Mercado, en el barrio porteño de Belgrano.

El anestesista, cuya excarcelación por tenencia de drogas fue rechazada el martes por la Cámara Federal porteña, está investigado en otras dos causas, una por el ataque a Torres en su departamento y otra por una denuncia por abuso, presentada por la modelo tras conocerse las agresiones perpetradas contra la joven.

Billiris, de 40 años y coordinador de anestesiología pediátrica del Hospital Militar, fue detenido el 31 de enero tras la denuncia realizada por el ataque a golpes perpetrado contra Torres, de 24, en su departamento, donde ambos afirmaron haber consumido drogas.

Torres, que recibió el alta médica el 3 de febrero, dijo en esa oportunidad que el hombre la atacó a golpes y buscaba matarla, mientras que Billiris, quien manifestó ser adicto a las drogas, expresó en su declaración ante el juez sentirse “avergonzado y arrepentido”. La joven, que advirtió que si no hubiera pedido auxilio “estaría muerta”, sostuvo que lo conoció en una red social de encuentros y que el hombre le ofreció trabajo, mientras que el anestesista dijo: “No fui yo. Fue una intoxicación por drogas”.

El abogado de la joven, Fernando Burlando, manifestó en declaraciones a la prensa que “no es el único caso el de Belén, hay muchos otros casos más de chicas que se acercaron al estudio”.

En ese sentido, expresó que se trata del “mismo modus operandi que refieren las chicas”, de entre 18 y 22 años, y sostuvo que hacía contacto amistoso con ellas, iban al domicilio, les ofrecía trabajo y “automáticamente después no recuerdan nada más y despiertan en la cama del tipo este”.