Un joven fue condenado a 8 años de cárcel acusado de haber robado dinero, un teléfono y una campera a tres amigos que se hallaban en una plaza de Castelar en 2014, pero que fue detenido porque en la fuga perdió una de sus zapatillas, la cual fue utilizada luego por la policía para encontrarlo cuando se hallaba internado en el Hospital Posadas de Haedo.

Fuentes judiciales informaron que se trata de Hernán Alfredo Bravo (20), apodado “Cenicienta”, quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Morón, que lo encontró culpable del delito de “robo agravado por el uso de armas”.

Bravo llegó a juicio oral beneficiado con una prisión domiciliaria con seguimiento con una tobillera electrónica, pero luego de la condena el tribunal le quitó los beneficios y lo dejó detenido.

Fuentes judiciales informaron a Télam que otro hombre detenido en el marco de la misma causa será juzgado en un segundo juicio oral, ya que se solicitaron peritajes complementarios que aún no fueron completados.

El fallo del TOC 5 de Morón coincidió con lo que había solicitado en su alegato el fiscal Javier Baños, a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicios 7 de Morón.

En sus últimas palabras, Bravo admitió su participación en el hecho, pero dijo al tribunal que la pena solicitada por el fiscal era demasiado alta.

“Están pidiendo mucha pena para mí, lo único que hice fue subirme a una moto a la que no me tenía que subir”, dijo el joven.

El hecho ocurrió el 30 de agosto del 2014 en la plaza Cumelén, ubicada en la calle San Pedro y Los Incas, de Castelar Norte, cuando dos jóvenes a bordo de una moto sorprendieron a tres jóvenes que se encontraban conversando y, a punta de pistola, los golpearon y pretendieron robarles.

Tras los golpes y con la cabeza ensangrentada por los culatazos recibidos, dos de las víctimas lograron correr hacia el auto de uno de ellos con intenciones de escapar, pero los “motochorros” los persiguieron varias cuadras hasta el cruce de Arias y España, en Castelar Norte, donde se produjo un choque en el que los dos delincuentes cayeron.

Uno de los asaltantes fue detenido por la policía en el lugar, pero el otro (Bravo) logró volver a subir a la moto y escapar malherido, aunque dejó allí abandonada una de sus zapatillas.

Según los investigadores, unas horas después un joven ingresó herido al Hospital Posadas, de Haedo, y dijo que había resultado lesionado tras un choque.

Los médicos, ante la sospecha de que se trataba de un delincuente, alertaron a la policía.

Los policías que investigaban el asalto de los chicos se dirigieron al hospital con la zapatilla marca Nike abandonada en el accidente y comprobaron que coincidía con la otra que formaba el par y que llevaba puesta Bravo, por lo que quedó detenido.