El fiscal de Bariloche Martín Govetto afirmó esta tarde en una conferencia de prensa que el oficial Lucas Muñoz, encontrado muerto ayer en un descampado de las afueras de esa ciudad rionegrina tras 27 días de búsqueda, fue asesinado y descartó la hipótesis del suicidio.

Entre los imputados, ordenó detener al sargento Néstor Meyreles y al oficial principal Luis Daniel Irusta, que enfrentan la acusación con serios indicios en contra.

Se comprobó que Meyreles compró un chip y generó un número a nombre de Muñóz con su propio documento de identidad al día siguiente de su desaparición, en la localidad rionegrina de Colonia Catriel, a 600 kilómetros de Bariloche.

La hipótesis que guía la causa es que presuntamente quiso sembrar pistas falsas.

En tanto Irusta encabezó un allanamiento ilegal en la pensión donde vivía el policía el día de su desaparición y antes de iniciada la investigación policial.