Un barrio en alerta por tres secuestros en cinco días

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Por sus cercanía con rápidas vías de escape, la zona oeste del Conurbano se transformó hace ya tiempo en una de las preferidas de las bandas dedicadas a cometer secuestros exprés. Esa tendencia se reafirmó más que nunca la última semana: entre el martes y el sábado hubo tres casos en la localidad de Parque Leloir, partido de Ituzaingó. En el último, que se conoció ayer, la víctima estuvo cinco horas cautiva.

El secuestro comenzó el sábado a la tarde. Gustavo Díaz fue capturado en la puerta de su casa de Parque Leloir, una zona de quintas. En un primer momento los delincuentes exigieron 400.000 pesos para liberarlo. Aunque no confirmó el monto exacto, la víctima contó que los delincuentes terminaron negociando una cifra menor. “Los secuestradores estaban muy tranquilos. Estaban seguros de que nos los iba a agarrar la Policía. Sentían mucha impunidad. Me tuvieron cinco horas dando vueltas en el coche. Estaban tan confiados que hasta pararon a comprar cigarrillos. Se notaba que no era la primera vez que lo hacían”, explicó Díaz.

Según relató la víctima, los delincuentes lo capturaron cerca de las cinco y media de la tarde. El hombre había llegado a su casa en el auto, lo subió arriba de la vereda, agarró su campera y bajó. Los secuestradores aparecieron antes de que abriera el portón de su propiedad. Lo volvieron a subir al coche y lo taparon con una colcha. Un vecino llegó a ver el episodio, activó una alarma vecinal y llamó al 911.

“Traté de abrir el portón de mi casa porque tengo un perro de guardia pero no llegué. Por el timbre de voz los delincuentes tenían entre 20 y 23 años. El auto en el que llegaron lo descartaron. Si bien me pegaron el maltrato más grande fue psicológico, porque me decían constantemente que me iban a matar, cortar un dedo. Por suerte el que me tenía encañonado atrás era más tranquilo”, dijo Díaz.

Los delincuentes llamaron a la esposa de la víctima y le pidieron rescate. También obligaron a la víctima a que se comunicara con sus amigos para que reúnan dinero. “A mi mujer le metían mucha presión. Le ponían mi vida en sus manos”, contó la víctima. Y agregó: “Me preguntaban qué auto tenía y después le consultaban lo mismo a ella, para asegurarse de que no mentíamos. No les gustaba que le dijera que eran secuestradores porque ellos decían que eran ladrones”, recordó Gustavo.
Con la ayuda de su familia, la esposa de Díaz juntó el dinero y lo llevó hasta el lugar que le indicaron los secuestradores. Media hora después, la víctima fue liberada en un descampado. Hasta anoche no había sospechosos detenidos.

Su caso se sumó a otros dos cometidos en la zona en la última semana. El martes, un comerciante textil fue capturado y liberado luego de que su familia pagara un rescate. El viernes, un día antes del secuestro de Díaz, una mujer y su hija de seis años fueron capturadas por una banda que las soltó antes de cobrar el dinero. “¿Cuánto vale la vida de tu nieta?”, fue una de las amenazas que le hicieron al abuelo de la chica, encargado de negociar la liberación.

Alertados, los vecinos de Parque Leloir se juntaron ayer al mediodía en Udaondo y La Tradición. “Ya no se ven policías ni patrullajes. Hubo más secuestros pero no se denunciaron”, se quejó Emilio, uno de los manifestantes.

Ante los últimos casos, el Gobierno lanzó un operativo para combatir este tipo de delito. El paquete –según informaron fuentes oficiales– contempla procedimientos sorpresa realizados por agentes de las cuatro fuerzas federales y de la Bonaerense, saturación de zonas calientes y el lanzamiento de brigadas de policía de civil.