Investigan si al yerbatero lo mataron por denunciar un robo

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Una venganza por haber denunciado un importante robo de ganado que había sufrido días antes. Esa es una de las hipótesis que manejan los investigadores del crimen del empresario yerbatero y ganadero Héctor Aníbal “Kiki” Sartori (75), asesinado el domingo en su estancia Santa Teresa, en proximidades de la ciudad de Mercedes, 260 kilómetros al sur de Corrientes.

Ayer, en declaraciones a medios locales, el intendente de la localidad misionera de Campo Grande, Carlos Sartori –primo del yerbatero asesinado– dijo que el crimen estuvo relacionado a una denuncia que la víctima había realizado por robo de ganado en sus campos.

Por otro parte, el funcionario aseguró que al empresario no le quisieron recibir la denuncia ni en Mercedes ni en Goya, por lo que finalmente debió ir hasta la capital provincial. Su familia cree que los asaltantes lo “marcaron” y planearon una venganza.

Fuentes policiales admitieron la existencia de la denuncia por el robo de los animales. “Le sacaron 100 cabezas (dos camiones jaula completos), y eso está siendo investigado por el PRI (Policía Rural y de Islas)”, afirmaron. En ese sentido, los voceros del caso se mostraron sorprendidos por las afirmaciones del jefe comunal de Campo Grande, donde Sartori fue sepultado ayer, luego de ser velado en la Municipalidad.

La víctima fue atacada el domingo a la tarde, mientras trabajaba junto a su capataz y un hijo de éste. Los testigos contaron que en ese momento aparecieron cuatro hombres que llegaron en un auto oscuro de alta gama. Los delincuentes los redujeron, ataron con alambre a los tres y golpearon al empresario hasta matarlo, según determinó la autopsia. Luego le pegaron un tiro en la cabeza. Antes de irse, uno de los integrantes del grupo ejecutó de un balazo en la nuca a uno de los que había llegado con ellos. Era el único que no portaba armas.
sartori
El capataz logró desatarse y fue hasta el destacamento de Mercedes para pedir ayuda. La Policía halló el cuerpo del empresario boca abajo, con el rostro destrozado y las manos atadas con alambre. Vestía una chomba azul con rayas blancas, un pantalón gris y alpargatas azules.

Casi al lado del cuerpo de Sartori estaba el del otro hombre. Tenía un balazo en la nuca con salida en la sien derecha. Nadie en la zona lo conocía y la Policía no descarta que se trate de un brasileño. El le habría dicho a los otros tres ocupantes del auto: “Este es Sartori”.

La Policía descarta el robo como móvil del crimen, ya que el yerbatero tenía encima aproximadamente 5.000 pesos y su reloj. Los investigadores secuestraron tres teléfonos que serían propiedad del empresario y que serán peritados en busca de nuevos indicios que permitan llegar hasta los asesinos.