La ex mucama de Mirtha Legrand va a juicio acusada por robo

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Una ex empleada de Mirtha Legrand y otros dos imputados serán sometidos a juicio oral y público acusados del millonario robo que la conductora televisiva sufrió en su departamento del barrio porteño de Palermo en 2010, informaron fuentes judiciales.

La medida alcanza a la ex empleada Lina Rosa Díaz; a su actual pareja, Jorge Antonio Petrak, y al hijo de un matrimonio anterior, Orlando Aníbal Jiménez, a quienes se responsabiliza por el robo en el domicilio ubicado en Avenida del Libertador al 2800.

La Cámara del Crimen, al analizar el caso, confirmó el procesamiento de los tres acusados por “robo agravado por su comisión con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha podido tenerse por acreditada”.

Los hechos investigados ocurrieron en la madrugada del 5 de diciembre de 2010, cuando la conductora televisiva estaba en un evento en Victoria, Entre Ríos, y tres personas redujeron al empleado de seguridad del exclusivo inmueble.

“Tras exhibirle un arma de fuego, le cubrieron el rostro con su camisa y le ataron las manos con su corbata. Luego, por el ascensor de servicio, obligando al vigilador a ir con ellos, arribaron al cuarto piso del edificio e ingresaron al departamento utilizando a tales fines las llaves del lugar”, detalla la resolución de los camaristas Alberto Seijas y Mariano González Palazzo.

En el lugar, “sin prender las luces, valiéndose de linternas, se dirigieron directamente al dormitorio principal y sustrajeron una caja fuerte (no empotrada) que se hallaba en el interior del placard. Se apoderaron también de objetos personales tales como anteojos de sol, polveras, pañuelos de seda con las iniciales ‘M.L.’ y papeles varios”, precisa.

Si bien un vecino llamó a la Policía porque escuchó ruidos extraños, los ladrones lograron escapar antes de la llegada de los efectivos y también llevarse el CPU de la computadora que grababa las cámaras de seguridad para no ser identificados.

Tras hacerse público el hecho, Legrand calculó que, entre pesos, dólares y euros, tenía 600.000 pesos en la caja de seguridad, mientras que no pudo estimar el valor de las joyas, que eran muy costosas y las cuales guardaba en el cofre robado, que tenía 80 centímetros de alto.

Para los jueces, “se encuentra prima facie acreditada la materialidad del suceso y la intervención de los encartados en él” y llegaron a esa conclusión luego de evaluar escuchas telefónicas y movimientos económicos de los imputados, que -según entendieron- no se condicen con su situación económica.

En ese sentido, detallaron la compra de un auto Honda Civic, otro Chrysler Neon, la “alusión críptica a la posesión de moneda extranjera” y el hallazgo en un allanamiento concretado en 2012 de “recibos de giros de dinero al exterior y papeles con referencias de cuentas en el extranjero por valores muy elevados”.