Cayeron “los liberadores de Liniers”

1803

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó siete allanamientos en galerías y locales de Liniers donde funcionaban “cuevas” de celulares, y secuestraron aparatos denunciados por robo y con el IMEI adulterado.

Según los investigadores, los “pungas” que roban celulares en las paradas de colectivos de Liniers, con la modalidad de “arrebato” o “canguro”, son los principales proveedores de estas “cuevas”.

Los celulares son vendidos a una tercera parte del valor real, se entregan a minutos de haber sido robados y siempre se busca el pago en efectivo.

Estos comercios cuentan con un “liberador” que formatea el software del celular y permite modificar el IMEI.

El código IMEI (International Mobile Equipment Identity) es un identificador único e irrepetible de cada teléfono celular, asignado mundialmente a cada aparato. No tiene ningún tipo de relación con la empresa de telefonía.

Los locales estaban ubicados en la calle José León Suarez entre Ibarrola y Ramón Falcón. Ahí funcionaban como lugares de reparación. Los celulares que se encontraron aparecían denunciados por robo.

La Legislatura Porteña aprobó la Ley de Telefonía Celular, que dice que los locales porteños que compran, venden y reparan celulares usados deberán registrarse en un sistema online.

Además sostiene que quien “comercialice y/o repare aparatos electrónicos usados de telefonía celular, sus repuestos o partes, y tuviere dichos elementos sin registrar la tenencia o los comercialice o repare, sin ingresar dichas operaciones en el sistema de comercialización de celulares, será sancionado/a con multa de un mil (1.000) a cuatro mil (4.000) unidades fijas y/o decomiso de las cosas no registradas y clausura del local o establecimiento”. Esto representa multas que van de 36 mil a 150 mil pesos.

Para verificar la legalidad de los celulares el personal de ENANCOM (Entidad Nacional de Comunicación), utiliza un sistema conocido como GMSA, que contiene una base de datos mundial IMEI, donde las empresas de celulares pueden cargar todas las denuncias de robo.

Durante el allanamiento a uno de los locales, personal de Migraciones, que participó del procedimiento, detectó que el encargado de una de las “cuevas” de nacionalidad boliviana, tenía dos DNI con el mismo número pero con diferente nombre.

Al ser interrogado dijo que estaba solucionando su problema de identidad, pero no quiso explayarse sobre el tema. Al comparar las calidades de los documentos, uno no contaba con las medidas de seguridad y además tenía fallas de impresión. El encargado fue imputado por falsificación de documento.

Cinco personas quedaron a disposición del Juzgado Nacional, Criminal y Correccional N°6, a cargo del Dr Canicoba Corral. Los 7 locales allanados fueron clausurados por la Agencia Gubernamental de Control. El operativo estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad.