La Justicia sospecha que el intendente de Paraná compró un kilo de cocaína

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“Por fin una buena, arreglé con el intendente”. El mensaje de texto salió del celular que le encontraron en su celda a Daniel “Tavi” Celis (42), el preso acusado liderar una banda narco en Entre Ríos con apoyo político. Esa es una de las pistas que comprometen al intendente de Paraná, Sergio Varisco (57), que este lunes declarará como imputado ante el juez federal Leandro Ríos.

El “Pescado”, como le dicen al jefe comunal de Cambiemos y ex diputado nacional radical, llega muy complicado. En la indagatoria, deberá explicar por qué su apellido y el de otros funcionarios aparecen en los cuadernos que se encontraron en los allanamientos, donde se incautó cocaína.

Ese no es el único elemento que lo vincula al puntero Celis, preso desde 2016 y procesado por traficar marihuana. En el expediente, al que accedió el diario Clarín, hay diálogos entre los miembros de la banda en los que se menciona a Varisco y al concejal Pablo Hernández (Cambiemos), a la subsecretaria de Seguridad y oficial de Policía Griselda Bordeira, y a Ernesto Ramón González, director de la Unidad Municipal N° 2.

En las conversaciones se habla de plata. De intercambios, reuniones, deudas y de gente que va a cobrar o que debe ir a pagar altas sumas de dinero. Más de una vez, se menciona a Varisco y a los demás funcionarios. La sospecha es que hubo participación desde el Municipio en la compra de droga al por mayor.

Los audios y mensajes forman parte de una investigación sobre Celis, como jefe de una banda que compraba entre 10 y 12 kilos de cocaína por semana en Buenos Aires y la enviaba en micro a Entre Ríos. La mayoría surgió de las pericias realizadas al celular que el puntero tenía en su celda y que fue encontrado en una requisa el 6 de septiembre pasado. Es que “Tavi” habría desarrollado su negocio ilegal desde la Unidad Penal N° 1 de Paraná. Y no sería la primera vez.

Celis está preso desde agosto de 2016 acusado de un robo en una estancia, que en realidad habría sido una venganza por una deuda por un cargamento de marihuana. Para entonces ya lo venían investigando junto a su hermano, Miguel Ángel, por repartir cannabis en una amplia zona de Entre Ríos y Santa Fe con camiones de basura municipales. Fue una denuncia anónima la que aportó el dato de que dos toneladas de marihuana que habían sido secuestradas por la Policía en el barrio Paracao había llegado allí en el camión N° 148 a cargo de Miguel Carmelo Leguizamón (56), alias “Cebolla”, entonces director de la Unidad Municipal N° 2.

Aquella investigación derivó, un año más tarde, en la interceptación de una “narcoavioneta” con 317 kilos de marihuana en un campo. Esa vez hubo 14 detenidos, ocho de ellos empleados o funcionarios municipales.

Por esa causa tuvo que ir a declarar Varisco como testigo. El juez Ríos puso la lupa sobre un “acuerdo político” entre el intendente y el puntero durante la campaña electoral. A cambio del apoyo de Celis, Varisco le otorgaría 40 contratos, que luego fueron menos. El problema es que, según el expediente, “Tavi” aprovechó las vacantes para designar a gente de su confianza en puestos estratégicos de la Unidad Municipal N° 2, su zona de influencia. Así pudo disponer a su antojo de los camiones recolectores y otros recursos para sumarlos a la logística de su negocio narco.

Cuando le preguntaron, Varisco respondió que cuando hizo la alianza con “Tavi”, este último no tenía causas penales abiertas. Por eso, el juez Ríos no lo imputó entonces.

Hoy el panorama es distinto. Con Celis ya preso y procesado por narco, los vínculos con el intendente y su gente continuaron, según la orden de allanamiento a la casa de Varisco, el Municipio y el Concejo Deliberante del 7 de mayo pasado.

En ese legajo constan las conversaciones que el “Tavi” Celis mantuvo desde la cárcel con el concejal Hernández, su pareja Luciana Lemos (miembro de la banda narco) y un abogado de nombre Matías.

Allí surge un reclamo que Celis le hace a Hernández por contratos y “una solución” a lo suyo. Luego habla con su pareja Luciana Lemos para coordinar una reunión en la Municipalidad. “Se pudo corroborar que Celis y el intendente habían llegado a un acuerdo económico por la suma de $ 50.000 que serán abonados mensualmente”, señala el expediente.

Con los diálogos y el cuaderno, el juez Ríos sospecha que el “acuerdo político” entre Celis y Varisco en la campaña electoral, derivó en un “acuerdo comercial ilícito”.

“Las anotaciones son compatibles con la probable adquisición de cocaína en cantidades significativas por parte de Varisco, Bordeira y Hernández”, señala el expediente. En el cuaderno que apareció en la casa de la pareja de Celis junto a 3,5 kilos de cocaína decía, entre otras cosas: “Varisco N=2×160=320-250=70 SALDO”.

“La organización vendía el kilo de cocaína en una suma de entre $ 150.000 y $ 160.000. Por tanto, Varisco y Bordeira habrían adquirido dos kilos de cocaína y Hernández un kilo de la misma sustancia”, reza la causa.

De las pericias, se pudo saber que la cocaína tenía una pureza del 60%. “Eso permitiría seguirla cortando”, dijo una fuente. Y hay otro dato: los panes incautados están identificados con la etiqueta de un pescado.