Seis efectivos de la Policía bonaerense en Mar del Plata fueron desvinculados de la fuerza y se los investiga porque presuntamente se quedaban con dinero destinado a la compra de combustible para los patrulleros.
En cuanto a la operatoria para robar el combustible, desde la fiscalía de Delitos Económicos que encabeza David Bruna, se explicó que los recorridos de los móviles eran adulterados de tal forma que figuraran más kilómetros de lo que tenían en realidad.
“Esta causa comenzó hace varios meses, mediante una denuncia anónima, que recibió Asuntos Internos y que tras un buen trabajo y recolección de pruebas por parte de la auditoria de la fuerza, nos la remitió para que nosotros hagamos nuestra labor como integrantes del poder judicial”, explicó el fiscal Bruna.
El funcionario judicial dijo que “hasta el momento, son seis policías que fueron desafectados de la Fuerza, aunque al mismo tiempo se investiga la participación en este tipo de maniobra de otras personas que colaborarían para dichas maniobras defraudatorias”.
“No sólo estamos investigando el grado de responsabilidad de esta maniobra ilícita por parte de los uniformados, sino que también estamos investigando el grado de participación de las estaciones de servicio con la que trabajaban los efectivos policiales”, sostuvo.
El fiscal agregó que se investiga “una defraudación contra el Estado provincial y si les cabe el delito de ‘asociación ilícita’ a los policías porque, más allá del robo del dinero, no salían a patrullar”.
Los efectivos acusados fueron identificados como ex jefe del Comando de Patrulla de Mar del Plata, comisario Flavio Casas; el subcomisario Alejandro Bravo, quien fuera titular del Comando de Patrulla zona Sur de Mar del Plata; el capitán Cristian González, el oficial subinspector David Domínguez, el teniente Gustavo Fugas, y oficial subayudante Victoria Campana, de la División Logística.
Las maniobras para que figuraran más kilómetros de los recorridos realmente por los patrulleros se “hacían mediante un mecanismo de girar el odómetro que hace avanzar el cuenta kilómetros sin poner en marcha el motor o recorriera dichos kilómetros, y también con la adulteración manual de los propios registradores”, señaló el fiscal Bruna.
“Esto encaja claramente en una defraudación agravada a la administración pública” -precisó el fiscal- y habría que “sumarle que si un móvil policial tenia que hacer un recorrido y no lo hacía en las fechas y horarios que se hacía figurar, hay también incumplimientos en los deberes de funcionario público, por lo que no se descarta la existencia de una asociación ilícita”.
“Para saber el monto de la defraudación contra el Estado hay que hacer una serie de tareas periciales contables para determinar la cantidad de dichos montos. No podemos descartar que esta operatoria también se realice en otros lugares como tampoco podemos decir que se hace en otros lugares”, concluyó.
