La viuda de Pablo Escobar Gaviría se defendió de la imputación en una causa por narcolavado con un detallado descargo que presentó esta semana ante el juzgado federal de Morón, Néstor Barral.
María Isabel Santos Caballero y su hijo Sebastián Marroquín fueron llamados a indagatoria luego de que sus nombres aparecieran en un docuemnto que guardaba el abogado Mateo Corvo Dolcet, uno de los pilares de una organización que lavó millones de dólares en Argentina para José Bayron Piedrahita Ceballos, sindicado como un peso pesado del cartel de Cali. A partir de esta investigación es que el año pasado se allanó el bar notable porteño “Cafe de los Angelitos”.
Santos Caballero realizó un pormenorizado relato en el que se refirió también a su difunto esposo: Pablo Escobar Gaviría, el capo narco del sanguinario cartel de Medellín.
La viuda asegura que escapó de una muerte segura en Colombia cuando sus hijos tenían 16 y 10 años. Describe a esa época como “un pasado cruel, amargo y devastador”.
Dice que siente “una inmensa gratitud por Argentina”. “Vivir en este país nos devolvió el aliento para existir y me abrió las puertas para eucar a mis hijos, ayudarlos a crecer y a transformarse en personas adultas de bien. Aquí estudiamos, trabajamos, y la vidad me honró convirtiéndome en abuela”, dice en el escrito que publica el diario Perfil.
María Isabel afirma que todavía no supera los traumas de la época en la que vivía junto a Pablo Escobar: “Aún me despierto a la noche sobresaltada por el miedo”.
Sobre su vida en Buenos Aires dice que vive de manera austera y con bajo perfil. “Hace 25 años que alquilo los departamentos en los que he vivido. Desde 2016 trabajo con la editorial Planeta, para quienes escribo mi primer libro”, afirma.
