Está preso por homicidio, pero podrá salir para hacer ejercicio porque es obeso

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Una jueza de Puerto Madryn autorizó a un hombre detenido por un homicidio a balazos perpetrado en esa ciudad chubutense a salir de la cárcel una vez por semana para realizar actividad física y bajar de peso, pero bajo custodia policial permanente para evitar que se fugue.

Fuentes judiciales revelaron que la decisión fue adoptada por la jueza Patricia Asaro en beneficio del recluso Diego Matías Arévalo (28), quien de acuerdo al Cuerpo Médico Forenses presenta un cuadro “de obesidad grave”.

El detenido, a través de su defensora oficial Gladys del Balzo, había solicitado el lunes a la jueza Asaro que le permita salir de la cárcel de Puerto Madryn cada viernes para trasladarse al Centro de Día de Trelew y realizar actividad física para poder bajar de peso y aumentar su masa muscular.

En esa audiencia, el fiscal Daniel Báez se opuso al pedido por temor a que el detenido se fugue, tal como lo había hecho durante los cuatro meses que pasaron desde el crimen que se le imputa hasta que lo capturaron.

Ante esta situación, la jueza dio intervención de los peritos del Cuerpo Médico Forense, Daniel Cardarelli y Vanina Botta, quienes determinaron que “es recomendable continuar con el espacio psicoterapéutico, de actividad física y nutrición, por el impacto en la salud psicofísica del imputado, dado la obesidad grave que presenta”, detalló el informe del Ministerio Púbico Fiscal (MPF) de Chubut.

En base al peritaje, la magistrada autorizó hoy que “los días viernes se concentren ambas actividades, la psicológica y la de entrenamiento físico, bajo vigilancia y custodia permanente de personal policial”.

Según Asaro, con esta medida se busca evitar que Arévalo tenga “complicaciones cardiovasculares y metabólicas”.

“Ofíciese a la alcaidía policial, a fin que tome los recaudos correspondientes, tanto para el traslado como para cumplir con la custodia ordenada”, concluyó la jueza en su resolución.

Arévalo está procesado con prisión preventiva por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Pedro Gustavo Machao, de 41 años, cometido el 16 de enero de 2017, en Puerto Madryn.

Según el informe judicial, la víctima cumplía un arresto domiciliario como acusado de integrar una asociación ilícita y ese día Arévalo se presentó en su vivienda, golpeó a la puerta y preguntó a la mujer de Machao por su marido.

De acuerdo a la fiscalía, al escuchar la respuesta afirmativa, abrió la puerta y le efectuó dos disparos que impactaron en el pecho de Machao, quien miraba televisión sentado en el sillón del living.

Los médicos forenses determinaron que la víctima murió a causa de una herida de bala que dañó directo el corazón y le produjo una sobrevida menor a un minuto.

Según los peritos, el balazo mortal fue efectuado con un arma calibre 9 milímetros o .357 Magnun a una distancia no mayor al 1,5 metros.

Por su parte, Arévalo estuvo prófugo hasta mayo de 2017, cuando lo detuvieron en la ciudad bonaerense de La Plata.

De acuerdo a la acusación de la fiscalía, Arévalo se habría desempeñado como un “killer o sicario vinculado al tráfico de estupefacientes” y en caso de ser condenado podría recibir una pena mínima a diez años de prisión.