La denuncia por los supuestos abusos en las inferiores de Independiente generó una ola que sigue arrasando, sin que nadie se anime a pronosticar cuándo bajará, ni con qué saldo.
Personal de la División Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad se presentó ayer en el estadio Monumental en busca de documentación para incorporar en la causa por los presuntos casos de abuso sexual en la pensión de River, mientras declaraba la médica cirujana que trabajó en el club entre 2004 y 2011 y revisó, por pedido de un psicólogo, a las presuntas víctimas.
La AFA planea imponer un protocolo para tratar a los chicos en los clubes
La médica, que ahora trabaja en el vacunatorio del Hospital Ramos Mejía y se encuentra “bajo licencia”, fue quien aportó los datos a la ONG Ayuda a las Víctimas de Violación (Avivi).
En las últimas horas fue oficialmente identificada como Andrea Pennesi y su testimonio ante el fiscal José María Campagnoli es determinante, con la polémica ya instalada sobre los controles en las pensiones donde viven chicos y adolescentes del fútbol argentino.
“En su momento no denunció esto porque tiene un hijo y tenía miedo”, explicó María Elena Leuzzi, titular de Avivi.
Aunque anticiparon que Pennesi hablará con los medios después de su declaración, el abogado de la ONG, Andrés Bonicalzi, confirmó que la médica “está muy asustada y le dieron un botón antipánico”. Según su versión, la médica se enteró de la situación a través del psicólogo del club, a quien los dos chicos le manifestaron que estaban angustiados y terminaron revelando que eran abusados.
“Quien se los pasa a la médica es el psicólogo. Porque los menores tenían unos dolores en la zona pélvica que es muy común cuando hay abuso sexual anal”, precisó Leuzzi, y la derivación también estaba vinculada al temor de que a los chicos les hubieran transmitido VIH durante los abusos. Fuentes del caso confirmaron que los estudios se hicieron y dieron negativo en VIH, pero “los chicos sí presentaban otras enfermedades de transmisión sexual”.
Según detalla la denuncia, los abusos habrían sido cometidos por una persona transexual que “se manejaba dentro del club como habitué”, entraba 2 o 3 veces por semana y “era vox populi” que tomaba contacto sexual con los chicos”.
La médica “sospecha” que esa misma persona “hizo las veces de nexo” entre los menores y otra gente, es decir, “pedófilos”.
Según Bonicalzi, la médica le dijo lo que sabía a dos personas del área de salud de River: el director, Horacio Cavalieri (hoy jubilado) y un administrativo, quienes le habrían transmitido algo parecido a un “no te metas en esto”, como “naturalizando la existencia de estas cosas dentro del fútbol”, dijo Bonicalzi a la prensa.
Leuzzi contó que desde que se difundió la información, Avivi recibió dos llamados telefónicos que aportarían nuevas denuncias.
Uno de ellos fue de “una chica de vóley del 2007 que también la abusó un médico de River. El otro, de una mujer para consultar. Le había pasado al hijo de una amiga de ella y quería saber si podía hacer la denuncia y qué riesgos corría”.
Bonicalzi dijo que la jugadora de voley declarará en la fiscalía de Campagnoli entre hoy y mañana. “Era un médico que trabajaba dentro de River, entiendo yo dentro de la disciplina de voley. Después de que abusa de una de las chicas, se acerca la familia para pedirle explicaciones y a los dos meses terminan desvinculándolo”, agregó el abogado.
