“Yo te voy a enseñar cómo se hace”, la frase de un violador que engañaba a menores

1110

“Yo te voy a enseñar cómo se hace”, le dijo antes de consumar el engaño… Y el abuso. El adolescente de 14 años no lo podía creer cuando esa hermosa mujer de 21 le pidió solicitud en Facebook. Mucho menos cuando por fin pactaron una cita después de un mes y medio de chateo constante. Él llegó ansioso a esa esquina donde habían quedado en verse, pero ella no apareció. Sí lo hizo ese amigo del que tanto le había hablado la chica, y tenía un mensaje para él: “No pudo venir. Subí que te llevo a verla”. La trampa había dado resultado.

Carlos Vivas (38) hoy pasa sus días en la cárcel de Batán y está sospechado de haber abusado sexualmente del chico de 14 años luego de captarlo con el falso perfil de Facebook de una mujer, en la ciudad balnearia de Necochea. Los investigadores creen que no fue su única víctima. Tampoco fue su primera vez, publica Clarín.

Según pudo reconstruir Clarín, a Vivas ya lo habían condenado a siete de prisión por abuso de menores pero la Justicia le había dado una morigeración de la pena y así logró un arresto domiciliario que lejos estaba de cumplir. Por ejemplo, trabajaba como remisero.

Esas irregularidades se descubrieron cuando la mamá del adolescente notó que algo raro le pasaba a su hijo. Indagó hasta que logró que se quebrara y contara lo sucedido. Y entonces, se presentó en la comisaría de Necochea para denunciar que habían abusado sexualmente del chico de 14 años.

El sospechoso no era desconocido en el barrio y la mujer se lo marcó a la Policía. Cuando lo fueron a buscar a su vivienda, ubicada en calle 110 al 3300, se encontraron con que Vivas no cumplía con lo que se había pactado con la Justicia en su arresto domiciliario, por lo que desde la UFI N° 10, a cargo del fiscal Eduardo Núñez, le revocaron la morigeración de la pena e inmediatamente volvió a la cárcel.

El viernes 29 de diciembre, después de pasar dos horas en Cámara Gesell, la fiscalía dio por probado el abuso contra el chico. “Contó lo que pudo y como pudo por escrito”, explicaron fuentes de la causa a este diario.

Según consta en el expediente, corría principios de noviembre cuando en el Facebook del adolescente apareció una solicitud de amistad de una chica: su foto de perfil, en malla, era espectacular. Y él no dudó un segundo en aceptarla.

“Es muy llamativo cómo fue construyendo la manipulación para llegar al objetivo”, detallaron fuentes del caso sobre las charlas que encaró el sospechoso para enganchar al adolescente durante un mes y medio. Y relataron que “la falsa chica le hacía escenas de celos, se ponía celosa, se enojaba y le escribía cosas como ‘te fuiste con tus amigos porque yo no te importo’”.

“Lo iba enganchando cada vez más con sus mensajes y paralelamente siempre mencionaba a un amigo en el que ella confiaba mucho”, remarcaron respecto de cómo se construía también el vínculo con ese tercero que en realidad era quien escribía y quien lo buscaba como si fuera una presa.

Justamente, ese amigo fue el que apareció el día que habían combinado para verse. No era alguien nuevo para el adolescente, la mujer de sus sueños se lo había mencionado varias veces y él, a bordo del coche que le prestaban para usar como remís, lo convenció.

“No pudo venir. Subí que te llevo a verla”, le dijo y el adolescente ni lo dudó. Obviamente, todo era una trampa. Un engaño que terminó de concretarse cuando el sospechoso, haciéndose el amigo y superando ampliamente el doble de la edad del chico, se ‘ofreció darle clases prácticas de sexo’. “Yo te voy a enseñar”, le dijo antes de concretar el abuso.

Si bien Vivas está preso por transgredir la morigeración de la pena anterior, aún no fue imputado en el caso del adolescente porque los investigadores creen que no sería su única víctima. Además, el sospechoso se negó a ir a la fiscalía cuando lo fueron a buscar a la cárcel para llevarlo a declarar.

Vivas fue condenado a siete años de prisión por abuso sexual de menores por violar a un adolescente, un fallo que aún no está firme.

La víctima vivía en el seno de una familia humilde y hacía changas para ayudar a sus padres. Fue así que Vivas lo contactó para que fuera a cortar el pasto a su casa, y fue en ese marco que se produjo el abuso.

Durante el juicio contra Vivas, el fiscal Núñez -el mismo que ahora lo acusa de abusar a un adolescente de 14 años- dio por probado que el acusado usaba las redes sociales, y en especial Facebook, para captar menores para tener sexo.

Es más, si no fuera porque la mamá de un chico se dio cuenta y lo denunció habría que sumar una tercera víctima: “Es que el acusado le pasó su Facebook en un papelito y le pidió que lo contacte”.