Para el fiscal, la nueva versión de Nahir no aportó un cambió sustancial a la investigación

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El fiscal que investiga el crimen del joven Fernando Pastorizzo, cometido el 29 de diciembre pasado en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, dijo que la nueva declaración de la imputada Nahir Galarza, en la que introdujo la versión de disparos accidentales, “no aportó ningún cambio sustancial” al rumbo de la pesquisa.

El fiscal Sergio Rondoni Caffa contó que en la ampliación de indagatoria que realizó la acusada, ésta “aclaró que no iba a responder preguntas” de las partes.

“En un primer momento estaba en una situación tranquila y mientras declaraba, en varios momentos, se sintió angustiada. Debo reconocer que hubo llantos, sobre todo, cuando hizo referencia a cómo él la trataba”, recordó el fiscal.

Rondoni Caffa dijo que él la percibió “como una persona segura y decidida en lo que declaró” y que la notó “más angustiada que en la primera vez que declaró, con un mayor quebrantamiento en algún momento de relato”.

El fiscal indicó que la nueva versión de Nahir (19) no lo “sorprendió” y que ahora está analizando la declaración para ver si debe “evacuar citas” para producir alguna nueva evidencia.

Sin embargo, aclaró: “A nuestro criterio, lo que ella ha declarado no aportó ningún cambió sustancial en la investigación.”

“Creo que la investigación está encaminada para el lado de acreditar la relación de pareja que ella la niega en todo momento”, señaló el fiscal, quien recordó que “los amigos de la víctima han manifestado cómo era su relación con Nahir y cómo era él en su vida pública con la gente”.

“Y en cuanto a la intimidad, estamos analizando más de cien mil mensajes entre ellos dos, y miles en los grupos (de Whatsapp). Hemos controlado el tema Youtube y Google”, continuó.

Respecto a los peritajes que restan incorporar al expediente, el fiscal dijo que en las próximas horas contarán con los estudios complementarios a la autopsia como el estudio del “anillo de Fish”, el cual aporta el ángulo de penetración de un disparo y la distancia con la que se efectuó.

“Se va a poder probar si hay pólvora o antimonio en el anillo de color que deja sobre la piel. Ese trozo de piel se retira en la autopsia para analizar y si se encuentran restos de pólvora o antimonio nos da una distancia aproximada de cincuenta centímetros y si no se encuentran esos rastros y, de acuerdo a la coloración, la distancia se va alejando”, explicó.

El fiscal afirmó que, por cuestiones de “protocolo”, este estudio se va a realizar con los microscopios de la Policía Científica de Paraná.

“También se va a hacer el peritaje psiquiátrico de la imputada, el cual ya fue autorizado por el juez de Garantías para la primera y segunda semana de febrero”.

“Y los exámenes toxicológicos ya comenzaron, así que calculo que en 48 horas habrá un informe”, añadió.

“Si así las evidencias lo establecen, calculo que a fines de febrero esta fiscalía ya estaría requiriendo la elevación a juicio”, estimó el fiscal.

Luego, consultado sobre la posibilidad de que se dispare dos veces accidentalmente un arma como la utilizada en el hecho -la reglamentaria del policía Marcelo Galarza, padre de Nahir-, el fiscal dijo que el peritaje arrojó que es “apta para el disparo, es decir que fue percutada” y que “el gatillo es normal, ni celoso ni muy duro para ser disparado”.

También aclaró que es un arma “semi automática”, por lo que “una vez que uno gatilla y dispara, queda una segunda bala en recámara y así sucesivamente, por lo que hay que hacer un procedimiento para sacarle la bala”.

“Con esto, lo que digo es que hay todo un mecanismo y los testigos hablan de que la imputada tenía un conocimiento de armas, por lo que están dadas las condiciones de que ella pudo haberla manipulado”, sostuvo el fiscal.

En ese sentido, Rondoni Caffa recordó que “en su primera indagatoria ella dijo ‘el arma se carga de esta manera, se hace esto así y ahí está lista para disparo'”.

“El primer disparo tiene un rebote de unos treinta y cuarenta metros de distancia, con lo cual estamos analizando si fue accidental porque en estos casos no están bien direccionados hacia un lugar en concreto”, describió el fiscal.

“Y en cuanto al segundo disparo, ante una reacción de perturbación, uno lo que hace es no quedarse con el arma, sino que la tira. Y para hacer un segundo disparo hay que volver a gatillar, volver a poner el dedo en el percutor y volver a apretar”, añadió.

De todos modos, el fiscal aclaró que estas cuestiones “van a ser debatidas en un juicio oral y público por peritos en la materia”, pero recalcó: “No estamos hablando de un arma cualquiera, sino de un arma que pesa un kilo y medio sin balas, quiere decir que su manipuleo es complejo.”