Sospechan de la pareja swinger por el crimen en Glew

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La policía allanó anoche dos domicilios vinculados al matrimonio swinger que alquilaba la casa en la que fue asesinada Ayelén Roldán, de 19 años y embarazada de cinco meses. Un testigo que declaró ayer en la fiscalía comprometió la situación de la pareja en la investigación del homicidio ocurrido entre el lunes a la noche y el martes a la madrugada en Glew, partido de Almirante Brown.

Según calificadas fuentes policiales, el hombre que era uno de los testigos de coartada que había dado el matrimonio, negó haber estado la noche del crimen con los integrantes de la pareja que habían convocado a Ayelén para tener relaciones sexuales grupales y para que cuidara de sus cinco hijos. La policía quiere saber si la pareja mintió para encubrir el homicidio cometido en el contexto de una fiesta sexual.

Si bien los sospechosos, identificados por la policía como Natalia Cottone y Adrián Torres, no fueron imputados por el homicidio de Ayelén, esta situación podría cambiar en las próximas horas a partir de los resultados de los dos allanamientos. En caso de encontrar elementos que los comprometan, los integrantes del matrimonio podrían ser detenidos.

Aunque en declaraciones a radio La Red, la fiscal María Laura Alfaro sostuvo ayer por la mañana que había cuatro hipótesis en la investigación por el homicidio de Ayelén, algunas de esas pistas comenzaron a ser descartadas a lo largo del día con la aparición del testigo que marcó la contradicción de la pareja.

Con este testimonio, la atención de los investigadores se concentró en tratar de establecer qué hicieron y dónde estuvieron los miembros del matrimonio entre las 20 del lunes, cuando dejaron a Ayelén en la vivienda de Fleming 3515 al cuidado de sus cinco hijos, y las cinco de la madrugada del martes, cuando dijeron que regresaron y encontraron el cuerpo de la joven embarazada.

“Dijeron que, después de mantener un «trío» con Ayelén en una pieza que está al lado de la habitación en la que dormían sus hijos, la dejaron con los chicos y se fueron «de gira»”, manifestó uno de los policías que participa de la pesquisa.

Natalia y Adrián alquilaron la casa en la que fue asesinada Ayelén hace casi un mes. Vivían en Longchamps y se mudaron a esa vivienda con sus cinco hijos. Anteayer abandonaron la casa cuando advirtieron que vecinos y familiares de la víctima podrían atacarlos, después de que se conoció la noticia que indicaba que no habían quedado detenidos por el homicidio.

Las sospechas de los investigadores sobre la pareja se fundan en que fueron los últimos que vieron a Ayelén con vida. Además, tenían el dominio de la casa, debido a que contaban con la llave y la posibilidad de ingresar. Otro indicio que tienen en cuenta los investigadores apunta a que la pareja ejerce el control sobre los únicos testigos del asesinato: sus cinco hijos, que según declararon los sospechosos, dormían cuando la joven fue asesinada.

Con respecto a los hijos de la pareja, los responsables de la investigación analizaban la posibilidad de convocar como testigo al mayor de los chicos. Debido a que se trata de un menor y para no hacerlo pasar por una situación traumática, esta instancia también dependerá de los resultados de los allanamientos que se realizaban anoche.

Luego de la autopsia que determinó que la causa de la muerte de Ayelén fue ahorcamiento con un lazo, la Justicia entregó ayer el cuerpo a la familia de la víctima.