Caso Dalmasso: el fiscal quiere al viudo frente a un jurado popular

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Antes de fin de año la causa por el homicidio de Nora Dalmasso, ocurrido en Río Cuarto en noviembre de 2006, será elevada a juicio. Y el fiscal Daniel Miralles, que tiene a su cargo la investigación, quiere que el viudo, Marcelo Macarrón, enfrente un jurado popular acusado como autor del crimen.

El camino quedó abierto en esa dirección después de la doble ratificación de Miralles; fueron rechazados su apartamiento de la causa y la recusación presentada por la defensa de Macarrón. La elevación a juicio enfrentará la oposición de los abogados del viudo, Marcelo Brito y Gustavo Liebau. Adelantaron que si no se concretan las pruebas que exigen apelarán al juez de control y a la Cámara, publica el diario La Nación.

Reclaman un peritaje aeronáutico para demostrar que es “imposible” que Macarrón haya volado desde Punta del Este -donde había ido a jugar un torneo de golf- hasta Río Cuarto, que haya matado allí a su esposa y que hubiese regresado sin que nadie notara su ausencia. También piden un examen genético de un cabello encontrado sobre el cuerpo de Nora (que no es de Macarrón) y de rastros hallados en la sábana que estaba debajo del cuerpo exánime de la mujer.

Miralles considera que el material genérico ubica a Macarrón en la escena del crimen. Pero también dijo en varias oportunidades que no cerraría la investigación hasta no tener los informes solicitados a Uruguay (sobre aquel supuesto vuelo), otros cotejos genéticos y la reconstrucción 3D del crimen. Sólo le falta recibir este último documento, que elabora la Policía Judicial y que llegaría en agosto próximo.

Liebau afirmó que el fiscal faltó a la verdad cuando declaró a la prensa que la documentación de la Dirección Aeronáutica de Uruguay le había indicado que para la fecha del crimen no había datos de vuelos a Río Cuarto desde los aeropuertos oficiales.

“El informe dice que tampoco los hay de aeropuertos no oficiales y de zonas aptas (por ejemplo, campos). No lo dice porque entonces deja abierta su hipótesis de que Macarrón habría llegado en un vuelo clandestino. Pilotos calificados cuyos testimonios sumamos a la causa, dicen que en los tiempos analizados ese viaje es imposible”, sostuvo.

Miralles señaló que “toda la prueba está centrada en el único imputado” y enfatizó que “la presencia genética de Macarrón es muy grande en la escena del crimen”.

Aunque podría haber elevado la causa a juicio con esa sola prueba, desde hace 18 meses insiste en sumar las otras. Los rastros genéticos son los mismos que tenía el fiscal anterior, Javier Di Santo, quien acusó por el crimen a un albañil (“el perejil”) y a Facundo, el hijo de Nora.

Según manda la legislación cordobesa, cuando la causa llegue a la instancia de debate el acusado deberá enfrentar un jurado popular, pues el homicidio calificado por el vínculo es uno de los delitos que se juzgan por este sistema.

Con relación a una foto de las 8 de la mañana del domingo 26 de noviembre de 2006 -el asesinato de Nora fue el sábado- donde están todos los golfistas menos Macarrón y su amigo Daniel Lacase, el abogado Liebau planteó: “Hay siete testimonios que señalan que media hora después estaba”.

Brito adelantó que apelarán la decisión del juez de control, Darío Muñoz, de rechazar la recusación que presentaron. Ya hicieron lo mismo con la decisión del fiscal de Cámara, quien rechazó el apartamiento de Miralles.