El fiscal Fernando Cartasegna, a quien intentaron estrangular en su despacho hace seis días, fue sometido a un reconocimiento médico legal por parte de un perito de la Asesoría de Tribunales.
Según indicaron a este diario fuentes de la investigación, el profesional constató distintas lesiones en la espalda, cabeza, brazos y piernas del funcionario agredido, por las que ahora deberá realizar un informe para ser incorporado en la causa, en la que ahora falta definir la fecha en que comenzarán los estudios psiquiátricos y psicológicos, medida que contó con el consentimiento de la víctima, publica el diario El Día de La Plata.
Precisamente, ayer, desde su círculo íntimo, salieron a decir que “parece que él -por Cartasegna- debe demostrar que no se quiso matar. Están diciendo cualquier disparate”.
Como se sabe, las fiscales Ana Medina y Betina Lacki, responsables de la pesquisa, no descartan hipótesis. Y entre ellas se mencionan la de una posible venganza por el curso de los expedientes que llevaba adelante en las UFI a su cargo (la 4, la 9 y todo lo conexo a los delitos de Trata de Personas y barrabravas, más el desprendimiento del caso de los sobres y la presunta conexión entre policías y abogados caranchos); una cuestión personal y hasta un tema político.
En ese marco, los interrogantes son muchos y todavía no se pudo establecer fehacientemente por dónde -y hacia qué lugar- escapó el delincuente.
En el edificio de las fiscalías platenses existe una guardia de retirados del Servicio Penitenciario bonaerense, que no fue tocada.
A pesar de la gravedad de la situación vivida, todos los agentes siguen en sus mismos puestos de trabajo.
El fiscal Cartasegna, luego de la salvaje agresión de la que fue blanco, tiene una licencia preventiva por tiempo indeterminado.
La medida fue anunciada por el propio Procurador bonaerense, Julio Conte Grand, hasta que se determine que está en condiciones plenas de retornar a la actividad judicial.
Igualmente hay ciertas dudas sobre si volverá a manejar el mismo cúmulo de tareas que tenía asignadas hasta antes de sufrir las agresiones o si, por el contrario, le otorgarán otro tipo de funciones.
