No se pudo hallar ADN del agresor en el cuerpo de Micaela

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El jefe de la división Criminalística de la Policía de Entre Ríos, Ángel Iturria, aseguró que el estado de descomposición del cuerpo de la joven Micaela García “no permitió” determinar la existencia de “células del agresor” en el cadáver, como “semen, por ejemplo”.

El comisario general Iturria precisó que “lo que el cuerpo no permitió tomar fueron muestras de fluidos corporales, semen por ejemplo, porque dado el tiempo transcurrido desde producida la agresión hasta que se encontró el cuerpo, las células del agresor y su víctima se amalgaman y no sirven para la determinación de ADN”.

“Lo único que vincula al imputado (Sebastián) Wagner con Micaela son unos cabellos de la víctima que fueron hallados en la bolsa de la aspiradora (que estaba en el vehículo del detenido), que prueban que la víctima estuvo en ese auto”, precisó.

Iturria, además, admitió que “científicamente no se puede probar que hubo otra persona dentro del vehículo. No encontramos otro indicio ya que el auto fue prolijamente lavado en su interior”.

De todas formas, señaló que fue encontrada “una huella palmar en un aerosol que estaba en el interior del vehículo y se está analizando”.

“Tenemos que obtener material para comparar porque puede que esa huella corresponda al hijastro de Wagner, que fue el que lavó y aspiró el coche” Renault 18 del imputado.

En cambio, con la autopsia fue posible “determinar por parte del forense la compresión de las vías aéreas que le ocasionó la muerte a la víctima por asfixia, además de determinar que presenta algunos golpes de defensa”, agregó.

La joven García, de 21 años, militante política y estudiante de Educación Física, desapareció cuando salía de un boliche de la ciudad de Gualeguay el pasado 1 de abril y fue hallada asesinada una semana más tarde en un descampado a 12 kilómetros de allí.

Wagner, un delincuente de 30 años con antecedentes por violación, que fue liberado por la Justicia antes de cumplir su condena, fue detenido y acusado del abuso y el crimen de la chica.

En su declaración indagatoria de ayer, el imputado vinculó en el homicidio a su jefe, Néstor Pavón, de 35 años, dueño de la gomería y lavadero de autos donde trabajaba, quien ya estaba tras las rejas, acusado de encubrimiento en el caso.

Respecto del lugar donde habría sido cometido el crimen, el jefe policial estimó que “lo más probable es que se haya producido la violación y el asesinato dentro del coche y después haya buscado un lugar para deshacerse del cuerpo”.

“No encontramos ningún indicio que permita establecer que el cuerpo de Micaela haya estado en el lugar donde fueron encontrados el short que llevaba y unas llaves. Las mujeres atacadas suelen perder mucho cabello en este tipo de hechos y en este caso no los encontramos”, subrayó. En ese sentido dijo que “hay un indicio muy importante que anoche los biólogos estaban analizando y es que existen restos de vegetación (en el auto) que coinciden con la del lugar donde apareció el cuerpo” .