El juez de Garantías de Mar del Plata Gabriel Bombini dictó la prisión preventiva a los tres detenidos por el femicidio de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años que fue drogada, violada y asesinada el 8 de octubre en esa ciudad balnearia.

Fuentes judiciales informaron hoy que la medida alcanzó a Matí­as Farí­as (23), Juan Pablo Offidani (41) y Alejandro Maciel (61), quienes continuarán presos en la unidad 44 de Batán hasta que se realice el juicio oral.

El magistrado hizo lugar al pedido de la fiscal Marí­a Isabel Sánchez, quien había considerado que los tres debían seguir detenidos en base a las pruebas existentes y porque existe peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación.

Según las fuentes, Farí­as y Offidani seguirán presos en la causa principal como acusados de “abuso sexual seguido de muerte en concurso con femicidio” y en una conexa en la que se investiga la venta de droga a menores en distintos barrios de la ciudad.

Maciel, por su parte, está acusado de encubrimiento agravado del femicidio.

La decisión de Bombini se dio pocas horas después de que comenzaran los estudios toxicológicos e histopatológicos pendientes en la investigación a cargo de la fiscal Sánchez.

De acuerdo a la reconstrucción del hecho realizada por el Ministerio Público Fiscal, todo comenzó el viernes 7 de octubre, cuando Lucí­a conoció a Farí­as y Offidani a través de una amiga de la Escuela Media 3 de Mar del Plata a la que ambas asistí­an.

Esta chica declaró ante la fiscal Sánchez que conocía a Farí­as hací­a poco tiempo, cuando se presentó en el negocio en el que ella trabaja fuera del horario escolar en el barrio Alfar.

Según la acusación, este joven y Offidani fueron quienes se acercaron a Lucí­a para venderle un cigarrillo de marihuana y, al dí­a siguiente, el menor de ellos la citó en una casa de Playa Serena, donde fue drogada, violada y empalada, lo que le provocó la muerte por “reflejo vagal”.

Según la fiscal, los acusados luego lavaron y vistieron a la adolescente y la llevaron a la sala sanitaria de Playa Serena, donde ingresó muerta.

A raí­z de los dichos de Farí­as, quien permaneció junto a la ví­ctima en ese lugar, los médicos creyeron inicialmente que Lucí­a habí­a sufrido una sobredosis, aunque mediante la autopsia se determinó que habí­a sido ví­ctima de un brutal ataque sexual.

Al declarar en la causa, Offidani declaró que “no estaba ahí­ cuando ocurrió todo” y que a la chica intentó “reanimarla” y “salvarle la vida”.

“No sé lo que pasó ahí­ adentro. Le dije a Farí­as que le moviera la cabeza para ver si reaccionaba, los dos estaban vestidos”, relató el hombre, quien dijo que se habí­a acercado a la vivienda del barrio Alfar, donde ocurrió el crimen, tras un llamado telefónico del joven.

El acusado contó que llegó al domicilio de la calle Racedo al 4800, en la zona sur de la ciudad, junto a Maciel y que encontró a Lucí­a “desmayada”.

“Enseguida salí­ de nuevo para pedirle a Maciel que ingresara a ayudar a reanimarla, ya que él sabí­a más del tema”, señaló.

Por su parte, Maciel declaró en la misma línea y también dijo que no tenía relación con el hecho, pero las sospechas de la fiscal Sánchez apuntan a que pudo haber colaborado con Farí­as y Offidani, para lavar el cuerpo y luego trasladarlo hasta un centro de salud de la zona.

El crimen de Lucí­a generó enorme conmoción en todo el país y originó una nueva y multitudinaria movilización bajo el lema Ni una Menos el 19 de octubre pasado, durante la cual miles de personas marcharon desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo.