El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Morón condenó hoy a 22 años de prisión al profesor de Educación Física Mariano Volta, acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante” y “corrupción de menores” en perjuicio de siete niñas y un niño en dos jardines de infantes del oeste del conurbano bonaerense.

La sentencia consideró a Volta “autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser cometido por el encargado de su educación en ocho oportunidades, cada una en concurso ideal con corrupción de menores agravada también por ser el autor el encargado de su educación”.

Luego de conocerse el fallo, familiares y amigos de Volta protagonizaron incidentes frente al tribunal y acusaron a los jueces de “tener una mirada perversa sobre la docencia”.

Los hechos juzgados se remontan a mayo de 2013, cuando Volta era profesor de Educación Física en el Instituto Almirante Brown, de Haedo, y en el jardín de infantes 914, de Morón, ambos en la zona oeste del conurbano bonaerense.

Padres de alumnos de 2, 3 y 4 años de ambas instituciones acusaron a Volta de proponer a sus hijos “juegos” a los que llamaba “el oso dormilón”, “el perrito”, o “el lobo”, que en realidad “eran hechos de abuso sexual”.

El fiscal Antonio Ferreras aseguró que los delitos que se le adjudican a Volta “quedaron absolutamente acreditados” a lo largo del juicio, que había comenzado el 7 de noviembre pasado mientras el acusado estaba en prisión, ya que había sido detenido en mayo de 2015 luego de haber estado prófugo durante un año y ocho meses.

Con respecto a las pericias físicas sobre los menores, el fiscal advirtió que “no hubo acceso carnal sino gravemente ultrajante, tocamientos. Lo que sucede es que hay cambios de conducta en los chicos que han padecido abusos, que comienzan a repetir en su vida y eso hizo que se empezaran a atar cabos”.

“En este tipo de delitos de alcoba, el abusador sexual busca un momento oportuno para dar rienda a sus bajos instintos y eso no está al a vista de todo el mundo. Pero las pruebas son contundentes”, indicó Ferreras.

Explicó que tras obtener testimonio de los padres de las víctimas, profesionales de la salud tratantes, médicos y psiquiatras “se determinó, con el grado de certeza que exige el proceso, que los hechos ocurrieron y que el autor no es otro que el profesor Volta”.

Sin embargo, Celina, una amiga del acusado que esperaba la sentencia en la puerta del tribunal, cuestionó la decisión judicial y pidió a los medios que “investiguen las instalaciones del colegio para conocer los espacios” donde Volta habría abusado de sus alumnos.

“Conocemos los detalles de la causa y nunca pudo suceder lo que dicen que pasó. Hasta los directivos salieron en favor de él, los docentes. Los jueces ni fueron a la escuela, sino se darían cuenta de que el lugar donde se daban clases de educación física era un lugar abierto donde no podría haber pasado nada de lo que dicen”, aseguró.

“Estamos acá para acompañar a Mariano porque quieren manchar la docencia, les pedimos que nos ayuden a investigar”, agregó la mujer, quien estaba acompañada por familiares y amigos de Volta.

No obstante, Carlos Pousa Bogado, representante legal de los ocho niños, indicó en declaraciones televisivas que las clases de educación física se “dictaban en un gimnasio que tenía una especie de habitación de utilería”.

“Hay criaturas que tenían tres años en ese momento -agregó- y describieron qué es lo que había ahí adentro. Con eso digo todo. Hay cosas que no puedo develar porque tengo que preservar el honor y la moral de criaturas que al día de hoy tienen seis años”.

En relación a la enérgica defensa del entorno de Volta, Pousa indicó: “Dicen que es una causa armada, pero no sé en qué cabeza cabe que los padres de una criatura de tres años puedan involucrar a sus hijos arruinándoles la salud mental y el desarrollo de toda su vida para difamar a un docente”.

Por último, agregó que existen otras tres denuncias de abuso pendientes de tres niños que está llevando adelante otro representante legal.