Desarmaderos VIP, un nuevo mercado ilegal que creció por la falta de importaciones

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No están tan a la vista como aquellos desarmaderos que florecían como hongos en el Conurbano a finales de los años 90. Pero siguen estando. Algunos convertidos en “talleres de excelencia” que revelan un extraño fenómeno delictivo: el de los coches de carrera armados con piezas y motores robados.

En apenas sesenta días la Dirección de Desarmaderos del Ministerio de Seguridad de la Nación, junto a la División de Sustracción de Automotores de la Policía Federal, clausuró dos galpones donde se preparaban vehículos de competición que no sólo no tenían la documentación en regla, sino que además habían sido ensamblados con partes de dudosa procedencia. Pero eso no es todo: también dieron con desarmaderos dedicados a desguazar y vender autos de alta gama de marcas importadas, como Audi, Land Rover o BMW.

“Estamos impulsando una fuerte política de control preventivo, porque sabemos que detrás de estos talleres hay toda una cadena de robos, desarme y venta de autopartes que seguiremos desarticulando”, asegura a al diario Perfil Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad de la Nación.

Al respecto de los procedimientos, la ministra Patricia Bullrich expresó que
“se realizan mediante el despliegue de las fuerzas y con una extensa investigación previa para localizar a todos los eslabones de la cadena para así desbaratar por completo a las organizaciones criminales”.
En el Bajo Flores, por ejemplo, detectaron un taller mecánico de “alta competición” que, además de no contar con la habilitación correspondiente, guardaba autos de la categoría TC Pista Mouras (TCPM).
Los coches no estaban en exhibición: el fin de semana previo a la inspección habían corrido en el autódromo de Concepción del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos. Eran parte del equipo Dodge del Nero 53 Racing. No tenían papeles y sus motores Cherokee habían sido adulterados. También hallaron un viejo Lotus Seven de competición, que tampoco tenía la documentación correspondiente y su motor había sido dado de baja, aunque estaba en plena actividad.
Además de los coches de carrera, y de manera coincidente con los últimos operativos realizados en estos talleres, secuestraron autopartes ilegales y documentación. En este caso, el encargado del lugar, de 46 años, fue demorado y puesto a disposición de la Justicia.
En el barrio de Mataderos funcionaba un desarmadero de similares características. Tres autos de carrera fueron secuestrados porque presentaban la numeración del motor adulterada. Eran un BMW, un Fiat Uno y un Chevrolet Corsa que corrían en Turismo Internacional, una categoría promocional del automovilismo nacional.
Según fuentes policiales, en este operativo, que fue ordenado por el juez Luis Alberto Schelgel, encontraron de todo: desde motores y blocks semiarmados, hasta elementos de corte y cuñas para alterar los números grabados. En total secuestraron 140 autopartes (entre ellas 26 puertas, seis cajas de velocidad, semiejes y 36 ruedas, entre otras cosas). Cuando pensaban que habían terminado dieron con un entrepiso en el que estaban escondidos 77 cartuchos de escopeta, una señal de la conexión que existe entre los que roban en la calle y los que desarman.
En un taller de la avenida Carabobo al 1200, en el barrio porteño de Flores, los peritos que trabajaron en el lugar calificaron como “de excelencia” la labor de los mecánicos. Es que uno de los vehículos secuestrado -destacaron a PERFIL- poseía soldado el panel frontal con numeración original del chasis correspondiente a otro similar en desguace. De no haber sido detectado, por ejemplo, hubiese pasado inadvertido las inspecciones en plantas verificadoras de automotores.
En este caso no detectaron coches de competición, pero sí autos de alta gama por valores que supera el millón de pesos. Había dos Audi TT, por ejemplo. Uno de ellos no tenía motor ni el chapón en el que figura la numeración del chasis. Al otro le habían soldado la chapa del chasis. También secuestraron un Citroën C4 que había sido robado en noviembre de 2014 y un VW Vento, entre otros vehículos. De acuerdo a los voceros, en este galpón se incautaron de 415 autopartes, entre ellas alternadores, bombas de agua y cajas de velocidades, entre otras piezas.