Parricidio: liberaron a Karen Klein y dictaron falta de mérito

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Karen Klein la novia y hermanastra de Leandro Acosta, fue liberada ayer, por la muerte de Miryam Kowalczuk, y su padrastro, Ricardo Klein, por “flata de mérito”, informaron a Online911 fuentes judiciales.

Hace una semana la joven rompió el silencio con el diario Perfil y señaló que “yo no los maté. Mi único error fue no haberlo denunciado y no lo hice porque me iba a matar a mí y a mis hermanos (mellizos de 11 años). Tenía mucho miedo”, se justifica mientras sus ojos claros se llenan de lágrimas.

La medida fue tomada por el juez de Garatías Nicolás Ceballos. La falta de mérito significa que la joven sigue vincuada al expediente pero hasta el momento no se encontraron pruebas que permitan vincularla al asesinato.

Sin embargo las fuentes señalaron que el fiscal Eduardo Vaiani se opuso a la decisión adoptada por el magistrado. El pasado 13 de octubre el fiscal Vaiani reclamó que los hermanastros y novios Karen Klein y Leandro Acosta continúen detenidos prisión preventiva.

Rómulo Julián Miño, abogado de Karen, explicó en diálogo con ese diario que se notificará de la medida el lunes a primera hora: “El juez entendió que no había mérito para que mi defendida continúe detenida. Aunque sí sigue vinculada a la causa. El fiscal aún tiene la posibilidad de continuar buscando nuevas pruebas e insistir en su culpabilidad”, expresó.

Ricardo Klein (54) –padre de Karen– y Miryam Kowalczuk (52) –madre de Leandro– fueron asesinados el 1º de septiembre pasado, según declaró Karen. Doce días después, la Policía allanó la casa y encontró restos óseos dentro de un balde. Karen y Leandro quedaron detenidos.

“El día del crimen yo estaba durmiendo y escucho un ruido. Cuando bajo lo veo a él (por Leandro) con el arma en la mano. No entendía lo que estaba pasando; fueron cinco segundos. En ese momento entra la mamá y le mete un tiro en la cabeza. Ella se desvanece. Yo trato de ayudarla y me abalanzo hacia él y me empuja. No pude salvarla. Empiezo a gritar y entro en shock. No sabía qué hacer. Cuando ella estaba en el piso, todavía estaba viva y le pega dos tiros más”, detalla Karen.

“Después salgo corriendo hasta la pieza de mi papá –continúa– y lo veo muerto en la cama. Viene él y me pide que suba a mi pieza y que no diga nada porque me iba a meter un tiro en la cabeza. Me agarró mucho miedo, no sabía qué hacer. Después bajé y no había nada, ya había limpiado todo. Sospecho que dejó los cuerpos en el garaje. Me dijo que limpiara si había quedado alguna mancha y me puso la pistola en la cabeza”.

Audios de la entrevista – Perfil