En pleno juicio renunciaron los abogados de Suris

1172
Foto PSA

Los abogados del empresario Juan Ignacio Suris, el novio de la vedette Mónica Farro, que afronta un juicio por comercialización de estupefacientes junto a otros diez imputados, renunciaron hoy en plena audiencia a seguir adelante con su defensa al cuestionar que el tribunal les haya rechazado varias medidas requeridas y por considerar que el proceso no está en condiciones de seguir adelante, lo que les genera una “contradicción ética y moral”.

Tras la renuncia de los letrados Mariano Bernardez y Oscar Rodríguez, asumió la representación de Suris el defensor oficial José Ignacio Pazos Crocitto y el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes próximo.

Otro punto que motivó la decisión de los abogados fue que Suris tiene intenciones de declarar en el juicio y sus abogados no estaban de acuerdo, ya que muchos de los cassettes en los que figuran escuchas telefónicas que supuestamente lo comprometen están desaparecidos, dijo el abogado Bernardez.

La renuncia de los defensores se produjo esta mañana en momentos en que se llevaba a cabo una nueva audiencia ante el Tribunal integrado por los jueces Juan Leopoldo Velázquez, Raúl Fernández Orozco y Beatriz Elena Torterola en el marco del juicio oral que se le sigue además de Suris a otras 10 personas acusadas de integrar una banda que comercializaba drogas.

Previo a las renuncias, la defensa había pedido que se descartaran transcripciones de escuchas telefónicas después de que se perdieran las grabaciones, aunque el tribunal rechazó el planteo.

Fuentes judiciales indicaron a Télam que “debido a ello y tras hablar con Suris los letrados decidieron renunciar”.
Tras la audiencia Bernardez consideró que él y Rodríguez creen que “el procedimiento no está en condiciones de seguir adelante” y que sienten “una contradicción ética y moral”.

“Él (Suris) va a tener derecho a nombrar abogado particular u oficial y nosotros no podíamos avalar el procedimiento que consideramos que era irregular”, añadió. “Nosotros lo habíamos anticipado, porque él (Suris) tiene la intención de declarar y nosotros le aconsejamos que no lo haga porque hay escuchas que no están”, explicó.

“Respetamos los derechos constitucionales de Juan Ignacio Suris, no hay un debido proceso, no se respeta la defensa del juicio oral que es lo que consideramos que está sucediendo y tenemos la obligación de decirlo”, dijo Bernardez.
Por su parte, el otro defensor, Rodríguez, expresó que no se trata de una decisión “alegre”.

“Estoy obligado a hacerla porque si yo considero lo que dije debo ser consecuente con lo que afirmé. Nosotros nos apartamos y no queremos legitimar un proceso que a todas luces no está siendo llevando adelante como tiene que ser”, afirmó.

Por último el letrado señaló que el empresario Suris “no ha podido en ningún momento compulsar la totalidad, ni mucho menos, de las pruebas que dicen tener en contra de él”. “La persona imputada en un delito por el Estado debe conocer detalladamente la prueba que obra en su contra, ese detalle nunca lo tuvimos, tenemos genéricas imputaciones”, dijo.
En ese contexto Rodríguez además señaló que “no se puede llevar adelante una acusación con lo que piensa un policía acerca de lo que escuchó en un cassette que además nosotros no tenemos porque faltan 100 cassettes”.

Suris fue apresado el 13 de enero del 2014 en el barrio porteño de Recoleta y, tras su detención, la policía allanó el departamento de su novia Farro, situado en avenida Cabildo al 2500, de Belgrano, donde el acusado vivía.
Si bien el imputado -que se hizo conocido públicamente por su relación con el financista Leonardo Fariña- negó vender drogas, el juez federal Santiago Ulpiano Martínez le dictó la prisión preventiva por el delito de “comercialización de estupefacientes agravada por la concurrencia organizada de tres o más personas”.

La pesquisa se inició el año 2012 y a partir de escuchas telefónicas -más de 2.000 horas- se intervinieron ocho teléfonos celulares, lo que permitió descubrir el accionar de la banda narco. Suris negó ser el líder de una organización delictiva, denunció al personal policial que lo investigó y dijo que la policía le “armó” la causa en el marco de su declaración ante el juez.

Una de las principales hipótesis que manejaron los investigadores es que la organización traficaba cocaína en forma líquida a través de botellas que simulaban contener agua y, una vez que la droga llegaba a Bahía Blanca, se la volvía a solidificar.

Además de esta causa el empresario está detenido en otra por la venta de facturas apócrifas que al parecer se emitían a empresas fantasmas por servicios inexistentes.